Vixésimo sétima edición (2023-2024)

Si a alguien se le ocurriera ir por los colegios gallegos preguntando cuál es el gran problema de la naturaleza gallega, sin duda alguna ganaría por goleada la plaga de incendios que año tras año arrasa los montes, lo cual es como decir una gran parte de la riqueza del país. Y eso que en el pasado verano no parece que esa plaga haya ido muy allá en nuestra comunidad, por suerte. Son las ventajas de haber tenido unas semanas sin demasiado sol de forma constante.

Pero que el número de hectáreas haya disminuido no quiere decir que el peligro no siga estando ahí, hoy y mañana. Cierto que hay aspectos que no son pedagógicos (poco puede hacer un colegio ante la gentrificación del campo y el abandono generalizado —con magníficas excepciones— de los montes y bosques), pero procede insistir en la concienciación de todos, de los más jóvenes también.

Eso es lo que curso tras curso propone Voz Natura, una iniciativa de La Voz de Galicia y la Fundación Santiago Rey Fernández-Latorre que cuenta con el apoyo de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivienda, la Diputación de A Coruña, la Fundación Alcoa, El Corte Inglés, la Fundación Ramón Areces e Inditex.

Y como la acción directa se encuentra en el ADN de Voz Natura, es la hora de animar a los tres centenares y medio de los centros educativos y asociaciones participantes a que soliciten la presencia de un experto. Es decir, dependiendo de dónde se encuentren, de un agente de la Policía Nacional o de la Guardia Civil.

¿De qué van a hablar? Pues de eso, del respeto por la naturaleza, y ello implica prevenir los incendios con el fin de evitar sus desastrosas consecuencias sobre esa naturaleza (¡la única e irremplazable!) y, claro está, sobre el ser humano.

Fernando Rodríguez, el coordinador del plan director de la Guardia Civil de A Coruña, insiste en que «es importante que los niños y jóvenes sean educados sobre cómo suceden los incendios, para que tomen las medidas que estén en su mano para evitarlo».

No hay límite de edades. Es igual ir a una clase de niños que de adolescentes, porque los contenidos, lo que esos agentes especializados explican, se adapta a esas edades. (Las charlas se puede solicitar aquí).  

Es el guardia civil Fernando Rodríguez quien remata: «Poniendo de manifiesto que los incendios pueden ser devastadores para el entorno, ecosistemas y paisajes, los niños y jóvenes toman conciencia sobre la importancia de cuidar nuestros bosques, porque eso es una responsabilidad de todos».