Vigésimo séptima edición (2023-2024)

Enero. Primer mes del año, pero en Voz Natura ya se está programando la próxima edición, la del curso 2024-25. ¿La razón? El plazo de inscripciones se abre el 1 de febrero, fecha para la que todo tiene que estar listo y claro. Lo primero, la temática. ¿Sobre qué van a trabajar varios centenares de centros educativos, sean colegios o asociaciones civiles? Pues sobre Ciencia al servicio del medio ambiente. Ese es el leitmotiv. O sea, del conocimiento y uso de la ciencia (¡y el método científico!) para proteger el entorno, lo cual equivale a decir a nosotros mismos y a nuestro futuro.

Puesto en lenguaje formal, en las bases de esa edición constará que «Voz Natura propondrá a los participantes la realización de estudios e investigaciones científicas que desemboquen en acciones directas sobre el medio destinadas a resolver problemas ambientales en nuestros ecosistemas, preservar nuestra empobrecida biodiversidad, luchar contra el cambio climático, evitar la destrucción de hábitats y usar las herramientas de la ciencia para preservar nuestros ríos, montes y playas». Y surgen más preguntas. La primera, si eso es todo un desafío. Y la respuesta, alto y claro: Sin la menor duda.

Después, ¿Qué se va a valorar para seleccionar los centros? Sin duda también, generación de conocimiento, concienciación y sensibilización, pero eso vale bien poco si no hay un compromiso de desarrollar una acción directa sobre el medio. ¡Porque la acción directa está en el ADN de Voz Natura!

Y una pregunta final. Está dicho cuándo se abre el plazo de inscripción, pero ¿Cuándo se cierra? El 15 de marzo. En la web voznatura.com hay que hacer click en Próxima edición. Ahí está el resto de los detalles de esta nueva edición de Voz Natura, iniciativa de La Voz de Galicia y la Fundación Santiago Rey Fernández-Latorre que cuenta con el apoyo de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivienda, la Diputación de A Coruña, la Fundación Alcoa, El Corte Inglés, la Fundación Ramón Areces e Inditex.

En todas las ediciones del programa, y la próxima desde luego no va a ser una excepción, tiene cabida cualquier tipo de proyectos medioambientales enfocados a la promoción de los valores paisajísticos y al patrimonio etnográfico, al consumo responsable, las rutas didácticas por la naturaleza, el reciclaje y la separación de residuos y los huertos escolares.

Y en la del 2024-25 se dará más relevancia al conocimiento de la meteorología y del clima, al uso de la tecnología (¡para el desarrollo sostenible, por supuesto!) y las actividades relacionadas con la calidad de nuestros suelos, de nuestra agua, de nuestros ríos y playas.