Expociencia convirtió el colegio San José de Ourense en un hervidero de ideas
Expociencia, que tuvo lugar la semana pasada, fue un éxito. Para ser más exactos, un éxito previsto, porque el trabajo de Carlos Pérez en el colegio San José de Ourense (las populares Josefinas, cuyo «grito de guerra» es Go!sefinas) había sido constante y metódico. El centro es toda una referencia en ese campo con su proyecto Formando científicos hoxe para un futuro mellor, que coordina el mencionado profesor.
En Expociencia participaron todos. Los más pequeños presentaron su huerto urbano («En el que llevan trabajando todo el curso», en palabras de Carlos Pérez) mientras los de Primaria hacían lo propio con un proyecto de algo que hoy en día es tan sencillo como fundamental: la investigación de la importancia de lavarse las manos.
¿Y cómo? El profesor lo explica: «Emplearon rebanadas de pan que manosearon con las manos lavadas, otras con las manos desinfectadas y otras con las manos sin lavar pero después de pasarla por teclados de ordenadores, mesas, pasamanos…». Fácil, ocurrente, pedagógico y de gran importancia en este tiempo histórico en que atacan nuevos virus.
Secundaria se convirtió en un hervidero de ideas, una demostración palpable de la utilidad de la ciencia, ¡y también de la diversión que encierra!. Porque algunas iniciativas de las Josefinas hacen abrir la boca. Por ejemplo, se hizo una demostración de física y química sobre los ensayos a la llama, y cómo gracias a ellos se descubrieron los fuegos artificiales de colores. A aquellos que piensen que eso es una irrelevancia les contesta Carlos Pérez: «¡Qué sería de las verbenas con la Panorama y la París de Noia sin Kirchhoff, el descubridor de este fenómeno!».
Pero la ciencia no es algo aislado, y su interrelación con el resto de las disciplinas no solo resulta evidente sino que sin ellas carece de sentido. Por eso no sorprendió a nadie que se sumase el departamento de Lengua del centro, que expuso un proyecto sobre El Principito leído en varias lenguas diferentes por alumnos, profesores, familiares y hasta amigos.
Y todo eso solo fue el prólogo, porque inmediatamente un grupo de alumnos marchó a participar en la XXIV Exporecerca Jove, en Barcelona, una de las mayores ferias internacionales en España centrada en las ciencias. Allá están, hablando de su «heliseeding» (bombas de semillas) para repoblación de bosques quemados y presentando un trabajo sobre elaboración de repelentes ecológicos.
En Expociencia participaron todos. Los más pequeños presentaron su huerto urbano («En el que llevan trabajando todo el curso», en palabras de Carlos Pérez) mientras los de Primaria hacían lo propio con un proyecto de algo que hoy en día es tan sencillo como fundamental: la investigación de la importancia de lavarse las manos.
¿Y cómo? El profesor lo explica: «Emplearon rebanadas de pan que manosearon con las manos lavadas, otras con las manos desinfectadas y otras con las manos sin lavar pero después de pasarla por teclados de ordenadores, mesas, pasamanos…». Fácil, ocurrente, pedagógico y de gran importancia en este tiempo histórico en que atacan nuevos virus.
Secundaria se convirtió en un hervidero de ideas, una demostración palpable de la utilidad de la ciencia, ¡y también de la diversión que encierra!. Porque algunas iniciativas de las Josefinas hacen abrir la boca. Por ejemplo, se hizo una demostración de física y química sobre los ensayos a la llama, y cómo gracias a ellos se descubrieron los fuegos artificiales de colores. A aquellos que piensen que eso es una irrelevancia les contesta Carlos Pérez: «¡Qué sería de las verbenas con la Panorama y la París de Noia sin Kirchhoff, el descubridor de este fenómeno!».
Pero la ciencia no es algo aislado, y su interrelación con el resto de las disciplinas no solo resulta evidente sino que sin ellas carece de sentido. Por eso no sorprendió a nadie que se sumase el departamento de Lengua del centro, que expuso un proyecto sobre El Principito leído en varias lenguas diferentes por alumnos, profesores, familiares y hasta amigos.
Y todo eso solo fue el prólogo, porque inmediatamente un grupo de alumnos marchó a participar en la XXIV Exporecerca Jove, en Barcelona, una de las mayores ferias internacionales en España centrada en las ciencias. Allá están, hablando de su «heliseeding» (bombas de semillas) para repoblación de bosques quemados y presentando un trabajo sobre elaboración de repelentes ecológicos.